martes, 22 de junio de 2010

Testimonios de vecinos

Obtuvimos testimonios de vecinos del triángulo formado por las localidades de Puerto Esperanza, Puerto Libertad y Wanda, donde viven unas 40.000 personas, en las proximidades de la planta Alto Paraná. Todos ellos pidieron reserva de sus nombres. Por eso llamaremos Vecino A, a quien dijo “al principio yo denunciaba mucho pero tuve que dejar de hacerlo cuando empecé a recibir amenazas y la familia me puso un freno”. Este vecino advirtió que “Alto Paraná desmonta hasta la orilla de los cursos de agua y así las aguas se contaminan con agrotóxicos y algunos arroyos, sin la protección del bosque, se secan”. El vecino que llamaremos B afirmó que “cuando se corrió la bola de que compraban tierras, hubo una estampida de colonos queriendo venderles la chacra: por la yerba, que fue hace unos años el oro verde, ahora no pagan más que 18 centavos el kilo; y lo mismo pasa con el té, con los citrus”. Vecino C contó que “en los cítricos se forman pintitas negras, las mandarinas se secan. Tengo tres árboles de mandarina y ninguno está dando fruta; los vecinos más viejos dicen que, antes de la fábrica, no era así”. Este vecino vive al sur de la planta, adonde “cuando hay viento norte, el olor se siente muchísimo más fuerte. Es nauseabundo”. Y “en los lugares del Paraná donde arrojan el desecho, el río cambia de color, toma un color amarillento, hay peces muertos, qué sé yo qué echan ahí”.

Y, en cuanto a las personas, “aumentaron mucho las enfermedades respiratorias y también las de la piel, y hay mucha gente con distintos tipos de cáncer”, según el Vecino A. “Hay mucha gente con asma, todos los problemas respiratorios se agudizan”, afirmó el Vecino C. Pero “ni los médicos ni nadie quiere hablar –sostuvo el Vecino C–; los efectos ambientales no se pueden demostrar porque el Ministerio de Ecología jamás hizo un estudio, y, si lo hizo, nunca conocimos los resultados”.

La empresa Alto Paraná, por su parte, sostiene que “desde junio de 2002, las operaciones forestales de esta empresa cuentan con la certificación ambiental ISO 14.001, lo que garantiza a nivel internacional que se realizan de acuerdo con la legislación vigente y compromete a la empresa a mantener un programa de mejoramiento ambiental continuo. ISO 14000 es el nombre del conjunto de normas ambientales de la International Organization for Standarization”. Según la firma, “muestra de nuestro compromiso hacia el cuidado del ambiente es la conservación de una reserva forestal de más de 16.000 hectáreas de selva paranaense y 11.000 hectáreas de bosques naturales”.

En contrapartida, según el Vecino C, “las empresas tienen piedra libre: en Celulosa Puerto Piray, hace seis años, el Ministerio de Ecología llegó a labrar un acta por falta de tratamiento de efluentes, pero la empresa amenazó con cerrar la planta y, como todo el pueblo depende directa o indirectamente de ella, la gente misma pidió levantar la medida”.

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