miércoles, 22 de septiembre de 2010

NO A LAS PAPELERAS, SI A LA VIDA

Consecuencias de las papeleras del Rio Uruguay

Contaminación del Río Uruguay: Residuos ácidos altamente tóxicos, Dioxinas y aumento de la temperatura del agua. (Sale hirviendo de las plantas, testimonio de habitantes de Aracruz- Porto Alegre). Impacto directo sobre la Biodiversidad (peces, aves, mamíferos).
Un gramo de Dioxina puede matar a un ser humano. Una de estas plantas derramarán y verterán al Río Uruguay 29 kgs. De dioxina por día.Estas plantas consumirán 1000 lts. Por segundo de agua (el bien más usado del planeta tierra a futuro) osea 3 millones de lts. Por hora y 86 millones de lts. Por día (esto es el consumo total de la población de Fray Bentos de agua en un mes).**Contaminación del aire**: Emisiones de azufre, dioxinas y furanos que producen cáncer y enfermedades respiratorias severas en la salud humana, cefaleas, dolores abdominales, conjuntivitis, faringitis, obstrucción bronquial, nauseas y vómitos, crisis de pánico – trastornos de sueño, anorexia (esto ocurre en la población de Valdivia por la planta de celulosa).
**Contaminación del suelo**:
¿Qué harán las papeleras con las 30 toneladas por día de basura
sólida (residuos) que producen? Y ¿Cómo harán para controlar los
afluentes líquidos vertidos al río y las emisiones aéreas de estas
dos plantas gigantescas que funcionarán las 24 horas del día? Las
plantas de Ence en España, y la Finlandesa en Valdivia no han sido
clausuradas a pesar de la contaminación y muerte que han producido.
Hay miles de testimonios de sus habitantes.
**Lluvia ácida**:
Por la acción de ella no podremos consumir ninguno de los
alimentos producidos en la región (verduras, cereales, miel, frutas
y carnes).
**Desaparición de los balnearios**:
Las aguas de los balnearios Las Cañas, Ñandubaysal y otros serán
contaminadas por los residuos tóxicos vertidos al Río Uruguay por
las “Papeleras más grandes del mundo”.
**Destrucción del Turismo de la región**:
No habrá balnearios, no habrá Corsodromo, ni carnavales, ni
temporada turística. Se perderán miles de puestos de trabajo por la
destrucción del medio ambiente en ambas orillas por el olor a “huevo
podrido”.
Por eso decimos NO A LAS PAPELERAS!!!


miércoles, 18 de agosto de 2010

La empresa niega que contamine

Es impresionante como se van generando mi­tos. Hoy con el tema de Uruguay cualquiera sale a hablar: Si suman que tiramos chicos crudos y hacemos celulosa con eso, alguien lo va a creer" Así responde los cuestionamientos Ignacio Le­rer, gerente de Asuntos Corporativos y Legales de Alto Paraná. Para él, salvo el mal olor ("que no es toxico", asegura), en ninguna de las otras quejas hay fundamento. "Hay muchos intereses , gente despedida que se fue mal", menciona. A su criterio, "no hay estudios epidemiol6gicos que demuestren los supuestos altos índices de enfermedades respiratorias, piel o cáncer. No son distintos al resto de la provincia".

Sobre por que Alto-Paraná usa el método ECF en lugar del TCF (el sistema pedido por los ecologistas), dice que no es por costos. "Es un tema de mercado. Hoy nadie paga por pastas TCE . Tienen menor calidad y resistencia." Ade­más, dice que "no hay diferencia en el resultado del tratamiento de efluentes entre el ECF y el TCF":

Martin Macjus es gerente de Operaciones de Alto Paraná. Dice que el líquido negro que se ve en el río es algo "absolutamente normal". "Sus parámetros físico-químicos y biológicos cum­plen legislaciones pertinentes." Según su expli­cación, el color responde a que en el blanqueo se remueve un residuo de lignina (componente de la madera) que da el tono oscuro. "Se podría disimular con un difusor por debajo de la super­ficie del rio", explica Macjus, quien asegura "que en esa zona del río hay muy buen pique".

Papelera Alto Paraná en Misiones, su contaminacion

El médico esta can­sado. En Puerto Esperanza la tem­peratura ya pasó los 40 grados. Pero no es eso. Así fue siempre el verano en este pueblo, a 58 kilómetros de Iguazú, en Misiones. El mé­dico, en rigor, se cansa cuando tiene que volver a decir lo mis­mo. Lo mismo que dice hace años, siempre en voz baja. Con la guardia levantada. "A uno le duele. Esta planta tendría que estar cerrada. Pero estamos maniatados por la presión del poder. Acá ya no hay monte, hay pinos. Hubo una época en la que los casos de abortos espontáneos estuvieron tres veces por encima de la media. Después vino el brote de lesma­niasis cutánea, que se contagia a través de un mosquito que apa­reció con el desmonte. Y ahora sigue. Hay muchos procesos alérgicos, enfermedades respiratorias. Y los casos de cáncer superan el promedio. No solo de pulmón: ahora tambien hay de páncreas." El medico esta harto. Pero muy cerca; sobre el río, la planta de celulosa Alto Paraná no para. A fin de año, otra vez, habrá producido unas 350 mil toneladas de pasta celulosa.

Puerto Esperanza tiene, se­gún el ultimo censo, 15 mil habitantes. Ahora, los cálculos dicen que hay unas 20 mil personas viviendo alrededor de un pe­queño trazado de calles con dos avenidas de bulevares cuidados, con plantitas y árboles bajos, sin sombra. EI Hospital de Área de Esperanza también es chico. La médica y directora del centro de salud, Liliana Chumen, atendió en una mañana a 15 chicos. La planilla no miente: cinco mamás llevaron a sus hijos por bronco­espasmo. "Hay muchos casos", confirma la doctora: Hay que investigar que lar­ga la planta. Pero nosotros no tenemos datos científicos. En marzo, vamos a empezar con un estudio. Vamos a comparar las enfermedades de Puerto Es­peranza con las de Puerto Rico, otro pueblo misionero que no tiene fabrica de celulosa. Yo se lo propuse a la empresa y ellos aceptaron; me dijeron que si hay que hacer un cambio lo van a hacer Quiero terminar con las sospechas, que se sepa a ciencia cierta que es lo que esta pasan­do", señala, mientras afuera, en los pasillos, aunque ya termino el horario de atención, siguen preguntando por ella.

Otras mamá esperan su tur­no para recibir los broncodila­tadores que les entregan gratis. Las farmacias no sienten tanto la competencia de la asistencia social de medicamentos: ellos también tienen entre sus productos más vendidos los aero­soles, que cuestan entre 40 y 60 pesos, y que ayudan a respirar.

Algo huele mal. Hay una mane­ra infalible de saber cuando va a llover en Puerto Esperanza, y también en Wanda a cinco kilómetros, y en Puerto Libertad, a diez. El olor a podrido avisa. Es fuerte y pasa de las fosas nasa­les al cerebro en segundos. Esos días, mejor no respirar. Pero cuando el tiempo está bien, y el sol pega fuerte, el vaho sigue ahí. Algo normal para la gente de la zona, que lo advierte pero lo soporta, como tantas cosas.

"Podemos decir que estamos casi acostumbrados al olor. Pero para quien viene de otro lado, hay días en que es difícil respi­rar. Es un olor fuerte, como a repollo podrido. Los técnicos de la planta dicen que no es no­civo, que solo es agresivo hacia el olfato. Y eso que ahora se re­dujo un poco, pero no pueden eliminarlo", señala el presiden­te del Concejo Deliberante de Esperanza, Pedro Medera, del Partido Renovador. Y agrega: "Vemos con preocupación que los casos de chicos con proble­mas respiratorios son frecuen­tes. Ayer estuvimos hablando con una pediatra que trabajo mucho tiempo en Eldorado, a 50 kilómetros. Y ella decía que aquí la cantidad de casos es impresionante . Mucho mayor que en Eldorado.

EFECTOS DE UNA PLANTA DE CELULOSA EN MISIONES

Alto Para­ná (AP) es la empresa forestal más importante de la Argenti­na. Fue creada en 1976 y estu­vo en manos argentinas hasta 1996. La compr6 Arauco, una sociedad anónima radicada en Chile.

Hoy AP tiene un patrimonio de 233.700 hectáreas. Maneja dos viveros, la fábrica de pasta celulósica de Puerto Esperanza, dos aserraderos, una planta de remanufactura y una fábrica de tableros de mediana densidad (MDF). Y asegura que opera se­gún "los estándares más altos del mundo en cuanto a calidad y protección del medio ambiente" .(Ver nota adjunta)

La planta de celulosa de Es­peranza, donde trabajan unos 400 empleados, tiene uno de los sistemas más modernos dentro de la decena de industrias simi­lares que hay en la Argentina. Según Greenpeace, allí se tra­tan los desechos y se produce la pasta, con un sistema parecido al que usarían Botnia y Ence en Fray Bentos, Uruguay Pero un mes atrás, los directivos de la compañía tuvieron que salir a desmentir una denuncia que señalaba que, a pesar de con­tar con mecanismos para tra­tar los efluentes, la fabrica tira los desechos por un conducto clandestino: sin someter los re­siduos industriales al proceso obligatorio. En Chile, también tuvieron problemas. En Valdi­via, la planta de celulosa fue cerrada temporalmente por las autoridades por una larga lista de irregularidades.


La entrada a la planta de pasta de celulosa de AP está a dos kilómetros antes de llegar a Puerto Esperanza. La calle asfaltada sale de la ruta 12. Los camiones pasan cargados de madera de pino. Y suelen tener suerte: no fallan a la hora de esquivar los baches certeros.

Ese mismo recorrido hizo durante 10 años Mario, que no se llama así pero que solo esta dispuesto a hablar si se mantie­ne su identidad en reserva. Es técnico químico y trabajó en la planta. "AP no hace nada por­que el Gobierno se lo permite y porque nosotros, que vivimos acá, también se lo permitimos. Todos dependen de la empresa. Es difícil. La empresa no nece­sita vigilancia, la propia gente cuida su pellejo", relata.

Mario ya recuperó la voz. Ase­gura que mientras trabajó en la fábrica tenía enfermedades re­currentes: fiebre, congestiones, y la voz, que se le iba.

La fábrica está bien resguar­dada. No se puede llegar por el camino: barreras y hombres de seguridad custodian la entrada. Y tampoco por ningún otro lu­gar. Hace un tiempo cerraron el camino de tierra que bajaba hasta el Paraná. Si una lancha se acerca por el río, es difícil que tenga suerte: también allí está todo bajo control.

Por si acaso, AP lleva adelante su campaña. Los carteles en las entradas de sus terrenos juran lealtad al ecosistema: "Nada es tan importante ni tan urgente que no pueda ser hecho con seguridad y cuidando el medio ambiente". Desde el aire, sin embargo, se puede ver la descarga negra que la planta tira al Paraná. Y también que esa descarga está río abajo.Dicen que si la fábrica tuviera la descarga de efluentes río arriba, y la toma de agua río abajo, el agua contaminada­ volvería a entrar a la planta y la empresa se vería obligada a purificarla.

“Así es el diseño en la planta de celulosa de Porto Alegre”, dice Mario.

La contaminación no solo se olfatea en el aire y multiplica sospechas en los centros de salud. En pleno monte misionero, no hay pájaros, Y a esta altura del Paraná tampoco hay peces. Las naranjas y pomelos, que antes crecían grandes y jugosos, ahora son frutas chicas que pa­recen deshidratadas. Todo eso pasa a pocos kilómetros del Par­que Nacional Iguazú, uno de los ecosistemas mas asombrosos de la Tierra. Así y todo, no hay es­tudios ambientales para hablar de las consecuencias de la insta­lación de la planta de celulosa y de las miles de hectáreas planta­das con pino. Omar Rodriguez, el intendente de Puerto Liber­tad, lo explica: "Lo concreto es que las autoridades de aplica­ción del control ambiental nun­ca exhibieron los resultados de un estudio ambiental. Nunca un tecnico del Ministerio de Ecología o del Ministerio de Salud de Misiones salio a responder a nuestras quejas con datos con­cretos. Desde todos los sectores hay reclamos, pero nunca dicen nada". (Ver nota adjunta)

Rodriguez también confirma la plaga de enfermedades. "Nos llama la atención la cantidad de gente que hay con cáncer; con enfermedades en la piel y respi­ratorias. Y hay muchos con mal­formaciones congénitas. Todo eso hace sospechar que hay algo raro en el ambiente." El inten­dente sabe de lo que habla: su hija es medicada para combatir problemas respiratorios.

Miguel Villalba, de Wanda, hace años lleva a cuestas un tratamiento para que su hija Be­renice pueda respirar. Los medi­camentos son caros y cuestan 500 pesos por mes. La suerte de Miguel, en todo caso, tiene dos pilares: forma parte de la pequeñísima clase media de la zona (en Puerto Libertad, el 95 por ciento es pobre) y tiene un her­mano alergista que le consigue los remedios a un precio muy inferior. Miguel agrega un dato fundamental: la plantación que alimenta la fábrica de celulosa.. "Los subcontratistas deAP usan veneno en las plantaciones para eliminar las malas hierbas y que los pinos crezcan rápido. Eso también contamina", explica.

En la zona neurálgica del ne­gocio de Alto Paraná, la gente habla mal de la compañia fores­tal. Pero, igual, todos, a su mo­do, tratan de llamar la atención. E intentan aprovechar el mo­mento, justo ahora que en Fray Bentos y en Gualeguaychú se discute sobre eso que ellos ya saben de memoria.

En el puesto de Gendarmería mas cercana a la planta de celulosa de Puerto Esperanza, , con el temible olor de fondo y los ojos irritados, un suboficial ha­bla por todos: "Escucho hablar mucho de Entre Ríos y de Uru­guay. Seria bueno que alguien se acuerde de lo que pasa acá, en Misiones"

martes, 10 de agosto de 2010

El desastre misionero




Grave contaminación ambiental donde opera la celulosa Alto Paraná, perteneciente al grupo chileno Arauco


Registros fotográficos de un habitante del municipio argentino de Puerto Libertad, situado en la provincia de Misiones (noreste), revelan un preocupante panorama ambiental en la zona, donde opera la empresa Alto Paraná, dedicada a la producción forestal y de celulosa y perteneciente al grupo chileno Arauco.
El desmonte, las aves muertas y los arroyos contaminados configuran una situación ambiental por demás delicada en tierras de Puerto Libertad situadas frente a un vivero de Alto Paraná. Un grupo de organizaciones sociales misioneras está evaluando qué tipo de acciones tomar al respecto.
El vecino Oscar Ortega, quien tomó las fotografías, envió una carta a autoridades del gobierno de Puerto Libertad, en la que les invita a visitar la zona y les exige una solución para evitar un mayor desastre ecológico, que ya afecta directa o indirectamente a la población del lugar. Vecinos y grupos ambientalistas ya han denunciado en otras oportunidades en Puerto Libertad situaciones de contaminación preocupantes.
Según el sitio web argentino El Paranaense, Ortega manifiesta en la misiva que está preocupado por la "situación ecológica de la zona", especialmente por los arroyos que se ven continuamente "contaminados y cubiertos de troncos y basuras que no les permiten desarrollar su curso natural".
Ortega advierte que existe el grave riesgo de que sean contaminados otros cursos de agua de la zona aún no afectados, por los trabajos de tala y reforestación que se seguirán practicando.
"El cordón ecológico que debería existir en las márgenes de los arroyos no se respeta", agrega el vecino misionero, que se lamenta porque "la flora y fauna silvestre han desaparecido totalmente y la fauna íctica (peces) también".
Ortega ensaya una explicación al desastre ambiental que vive Puerto Libertad. "Los agrotóxicos que usan (en Alto Paraná) para la fumigación son causantes de esta contaminación y sus consecuencias", asegura en la carta.
Alto Paraná, que tiene una planta de celulosa en Misiones, abastece al 50 por ciento de la industria papelera de Argentina.

miércoles, 23 de junio de 2010

CONSECUENCIAS EN NUESTRO CUERPO

Cómo Pueden Afectarnos Ciertos Contaminantes Específicos

Ozono a nivel del suelo

El ozono es un irritante fuerte que puede limitar las vías respiratorias, forzando al sistema respiratorio a trabajar más para proporcionar oxígeno. También puede:

* Agravar enfermedades respiratorias como enfisema, bronquitis y asma
* Dañar partes profundas de los pulmones, aun después de que desaparecen ciertos síntomas como tos o dolor de garganta
* Causar ruido al respirar, dolor de pecho, sequedad en la garganta, dolor de cabeza o nausea
* Disminuir la resistencia a las infecciones y producir mayor fatiga

Materia particulada

Una serie de estudios científicos han establecido una relación entre la materia particulada, especialmente las partículas finas, y una variedad de problemas de salud importantes:

* Empeoramiento del asma, enfermedades cardíacas y pulmonares
* Admisiones al hospital y visitas a la sala de emergencias por problemas respiratorios
* Síntomas respiratorios agudos, incluyendo dolor de pecho intenso, jadeo y empeoramiento de la tos
* Menor función pulmonar que puede experimentarse como falta de aire
* Bronquitis crónica
* Muerte prematura

Monóxido de carbono

El monóxido de carbono reemplaza al oxígeno en los glóbulos rojos de la sangre. Las personas que tienen enfermedades cardíacas están más propensas a desarrollar dolores de pecho cuando se exponen a niveles bajos de monóxido de carbono. La exposición a niveles altos de monóxido de carbono puede:

* Disminuir los reflejos y causar confusión y somnolencia
* Resultar en la muerte en los espacios cerrados (por ejemplo, garaje cerrado) a concentraciones muy altas

Enfermedades de los habitantes BAGAZOSIS

Aumentaron mucho las enfermedades respiratorias y también las de la piel, y hay mucha gente con distintos tipos de cáncer. Hay mucha gente con asma, todos los problemas respiratorios se agudizan pero ni los médicos ni nadie quiere hablar; los efectos ambientales no se pueden demostrar porque el Ministerio de Ecología jamás hizo un estudio, y, si lo hizo, nunca conocimos los resultados.
Causan en sus
habitantes la enfermedad llamada bagazosis.

El bagazo es el residuo de la caña de azúcar, este material es utilizado para la fabricación de papel por su alto contenido de celulosa. La bagazosis es una enfermedad que se presenta en trabajadores expuestos a la inhalación de polvos de bagazo de caña enmohecido. Forma parte de un conjunto de enfermedades de características clínicas, inmunológicas e histopatológicas semejantes. El término correcto es el de neumonitis por hipersensibilidad, ya que la respuesta inmunopatológica se localiza en la porción distal del árbol respiratorio y abarca desde el bronquiolo terminal respiratorio, hasta los alvéolos y los capilares pulmonares.

El bagazo fresco y húmedo apilado a la intemperie produce un residuo de jugo que es susceptible de ser fermentado por levaduras, la temperatura favorece el crecimiento de muchas especies de hongos principalmente actinomiceto termo y mesofílicos. Cuando el bagazo esta viejo y seco se enmohece y puede contener cantidades enormes de esporas (240 a 500 millones por gramo de peso) de las que una parte se libera hacia el ambiente, sobre todo cuando se manejan y transportan las pacas, o cuando se rompen, se trituran o se muelen.

NO A LAS PAPELERAS!! SI A LA VIDA DIGNA DE TODOS LOS HABITANTES

Si destruímos nuestro suelo, sobre qué nos pararemos? Si destruímos la fuente de nuestro oxigeno, qué respiraremos??? Si destruímos EL PLANETA, qué comeremos, qué beberemos???? Si destruímos LA NATURALEZA, existiremos????????
Es lamentable lo que pasa en el mundo, pero muchos sabemos de los daños ecológicos que podemos revertir y no hacemos nada, el tratamiento de los residuos en el hogar, la utilización misma del papel en la casa, la utilización de la energia del agua, las pilas extremadamente contaminantes, etc.
Lo que se hace con el rio no tiene nombre, se le saca casi todo el caudal de agua y se lo despilfarra, previamente contaminandolo desde que nace hasta donde desemboca, en casi un 90% el agua ya casi no tiene oxigeno por lo tanto ya casi no hay pescados, a pesar de las leyes que lo prohiben se sigue desmontando los campos, desplazando gente, PERSONAS, que viven alli en la idigencia.
Nos parece muy interesante que sigan luchando desde todos los lugares de nuestro país, para que no se instalen las papeleras, ya que perjudicaría a mucha gente con su salud como así también el ecosistema natural.

Manos de obra en las pasteras

Estas empresas utilizan generalmente el eucaliptus para la obtención de celulosa, esta especie presenta un rápido crecimiento en climas templados. Cabe aquí la pregunta ¿Por qué la inclinación hacia climas templados? ¿Por qué no cálidos? He aquí la respuesta:
Porque todo el mundo se ha visto sensibilizado por la destrucción de los bosques tropicales como el Amazonas o de los manglares sin prestar demasiada atención a nuestros bosques templados.
Un importante por considerar es la mano de obra empleada para este tipo de actividades. En general se utilizan personas adultas, varones vigorosos que sirvan para desmontar, trabajo que se realiza cada vez que la empresa gana terreno. Cada seis años para los “eucaliptos” terminados y mano de obra fina, mujeres y niños, para el cuidado y la plantación de plantines. Los niños son especialistas en detectar los hormigueros y manipular los insecticidas, hecho que los convierte en una población de alto riesgo de muerte. Entre los seis y ocho años se retoma la actividad, para la tala y renovación de los árboles, que consumen una gran cantidad de agua, secando arroyos, lagunas y ojos de agua con el consecuente daño al micro y macro flora.

Daños causados por las pasteras

Estas industrias tienen la característica de producir un alto grado de contaminación ya que emiten como producto de desecho dioxinas y anhídrido sulfuroso.
Las emanaciones tóxicas y con olor desagradable - similar al del huevo podrido -afectarán a un radio estimado de 60 kilómetros.
También presenta la problemática de la extensión del monocultivo de eucaliptos que constituye la materia prima para este tipo de actividad. En este sentido, es importante el daño que la tala indiscriminada de especies arbóreas autóctonas de la región ha ocasionado a la biodiversidad .El monocultivo viene afectando a nuestra región y se prevé un estrago mayor con influencias sobre la salud humana y una profundización del desequilibrio del ecosistema.
el progreso tecnológico aporta al progreso social. Cada una de las fábricas empleará en forma directa a 300 trabajadores y generará otros puestos en forma indirecta que sumado al hecho de la inversión de 1000 millones de dólares por cada industria justificaría un “ leve” impacto ambiental. El crecimiento económico, a expensas de una naturaleza que se hace aparecer como inagotable no tiene límites.
Las plantaciones de eucaliptus prestan un óptimo servicio ambiental” porque utilizan el dióxido de carbono disuelto en el aire para fabricar su propio alimento paliando el efecto invernadero, 600.000 hectáreas de eucaliptus son la muestra viva de este poder humano.
Las plantas de celulosa emiten olores fuertes a causa de los compuestos de azufre. Otra de las sustancias que se eliminan en el proceso de producción son las dioxinas y furanos que probablemente se encuentren entre las más contaminantes y persistentes en la naturaleza ya que afectan toda la cadena trófica y como máximo consumidor, al hombre. Las dioxinas son bioacumulativas y se les atribuyen propiedades cancerígenas.
Los estudios epidemiológicos han evidenciado los posibles efectos sobre la salud humana, como consecuencia de la exposición a estos compuestos. Con certeza, pero sin demostración científica exacta, el efecto se extendería hacia la biodiversidad, de aves, de mamíferos, peces y otras especies de la zona.
La población más afectada es, sin duda, la de menores recursos, ya que este grupo poblacional utiliza la pesca como medio de vida y a fin de satisfacer sus necesidades alimentarias.

martes, 22 de junio de 2010

Papeleras misioneras


1) Alto Paraná (Misiones). Cuestionada por ambientalistas y vecinos por contaminación de agua, aire y destrucción de bosques nativos. La empresa afirma cumplir el estándar internacional. Tecnología: ECF. 2)Celulosa Puerto Piray (Misiones). Cuestionada por vecinos por falta de tratamiento de efluentes. Tecnología: utiliza cloro elemental. 3)Papel Misionero (Misiones). Cuestionada por ambientalistas por falta de tratamiento de efluentes. Tecnología: TCF.

Testimonios de vecinos

Obtuvimos testimonios de vecinos del triángulo formado por las localidades de Puerto Esperanza, Puerto Libertad y Wanda, donde viven unas 40.000 personas, en las proximidades de la planta Alto Paraná. Todos ellos pidieron reserva de sus nombres. Por eso llamaremos Vecino A, a quien dijo “al principio yo denunciaba mucho pero tuve que dejar de hacerlo cuando empecé a recibir amenazas y la familia me puso un freno”. Este vecino advirtió que “Alto Paraná desmonta hasta la orilla de los cursos de agua y así las aguas se contaminan con agrotóxicos y algunos arroyos, sin la protección del bosque, se secan”. El vecino que llamaremos B afirmó que “cuando se corrió la bola de que compraban tierras, hubo una estampida de colonos queriendo venderles la chacra: por la yerba, que fue hace unos años el oro verde, ahora no pagan más que 18 centavos el kilo; y lo mismo pasa con el té, con los citrus”. Vecino C contó que “en los cítricos se forman pintitas negras, las mandarinas se secan. Tengo tres árboles de mandarina y ninguno está dando fruta; los vecinos más viejos dicen que, antes de la fábrica, no era así”. Este vecino vive al sur de la planta, adonde “cuando hay viento norte, el olor se siente muchísimo más fuerte. Es nauseabundo”. Y “en los lugares del Paraná donde arrojan el desecho, el río cambia de color, toma un color amarillento, hay peces muertos, qué sé yo qué echan ahí”.

Y, en cuanto a las personas, “aumentaron mucho las enfermedades respiratorias y también las de la piel, y hay mucha gente con distintos tipos de cáncer”, según el Vecino A. “Hay mucha gente con asma, todos los problemas respiratorios se agudizan”, afirmó el Vecino C. Pero “ni los médicos ni nadie quiere hablar –sostuvo el Vecino C–; los efectos ambientales no se pueden demostrar porque el Ministerio de Ecología jamás hizo un estudio, y, si lo hizo, nunca conocimos los resultados”.

La empresa Alto Paraná, por su parte, sostiene que “desde junio de 2002, las operaciones forestales de esta empresa cuentan con la certificación ambiental ISO 14.001, lo que garantiza a nivel internacional que se realizan de acuerdo con la legislación vigente y compromete a la empresa a mantener un programa de mejoramiento ambiental continuo. ISO 14000 es el nombre del conjunto de normas ambientales de la International Organization for Standarization”. Según la firma, “muestra de nuestro compromiso hacia el cuidado del ambiente es la conservación de una reserva forestal de más de 16.000 hectáreas de selva paranaense y 11.000 hectáreas de bosques naturales”.

En contrapartida, según el Vecino C, “las empresas tienen piedra libre: en Celulosa Puerto Piray, hace seis años, el Ministerio de Ecología llegó a labrar un acta por falta de tratamiento de efluentes, pero la empresa amenazó con cerrar la planta y, como todo el pueblo depende directa o indirectamente de ella, la gente misma pidió levantar la medida”.

Piedra libre

Hay otras papeleras, que es como decir: hay otra historia. Las otras papeleras son las que, silenciosamente hasta ahora, vienen produciendo y en muchos casos, según denuncias, contaminando en la Argentina. Las más conflictivas son Alto Paraná y Celulosa Puerto Piray, en Misiones.
Las denuncias sobre Misiones ejemplifican la “piedra libre” que las empresas estarían en condiciones de lograr, no sólo por la inacción de las autoridades reguladoras sino por la extorsión de hecho a la que pueden ser sometidas las poblaciones cuando sus fuentes tradicionales de subsistencia –por caso, el cultivo de yerba mate– les han sido sustraídas.

Ricardo Carrere forma parte de la ONG Guayubira, efectuó una investigación en la provincia de Misiones, donde observó que “en Papel Misionero hay una contaminación tremenda del río; apenas han puesto una redecita para que no se note la espuma”. Pero la planta que más interesaba a Carrere era Alto Paraná, que utiliza una tecnología de blanqueo (parcialmente libre de cloro). Este ambientalista empezó por advertir el “lamentable estado del río, donde los peces han desaparecido, las aves brillan por su ausencia y el aire huele a huevo podrido”. Además, se detuvo en un problema que no depende de la tecnología de blanqueo: el reemplazo de la biodiversidad propia de la selva misionera por uniformes plantaciones de pinos: “El sector forestal insiste en llamar ‘bosques’ a los monocultivos de árboles: intentan convencer de que están llevando una ‘reforestación’ pero estas plantaciones no tienen nada en común con un bosque y menos aún con la enormemente diversa selva misionera”, comentó Carrere. Un ejemplo serían los efectos causados por “el polen de los pinos: tratándose de grandes masas de árboles de una o dos especies, todos florecen en la misma época y desprenden enormes cantidades de polen, generando problemas respiratorios y alérgicos”. Otro efecto ecológico impensado es “la invasión de mosquitos”: porque “el alto consumo de agua por las plantaciones de pinos hace desaparecer a las ranas, que controlaban la población de mosquitos”, explicó Carrere.

miércoles, 16 de junio de 2010

Daños causados por fábricas de celulosa

*Contaminación de las aguas, el aire, la flora y la fauna.

Suelen quemar sus residuos para producir energía. Mucho de estos residuos tienen alto contenido de azufre que provocan un característico olor a huevos podridos. También es posible que formen ácido sulfúrico o dióxido de azufre en la atmósfera, con el consiguiente riesgo de lluvia ácida. También utilizan blanqueadores de cloro, de alto nivel contaminante, que en contacto con el agua forman dioxinas (sustancias tóxicas persistentes que deterioran el sistema inmunológico y son cancerígenas). Por otro lado, estas fábricas tienen la práctica de arrojar la materia orgánica sobrante al agua, donde se pudre, agotando el oxígeno de los cursos hídricos.

*Las emisiones de azufre, dioxinas y furanos producen cáncer y enfermedades respiratorias severas, cefaleas, dolores abdominales, conjuntivitis, faringitis, obstrucción bronquial, náuseas, vómitos, crisis de pánico, trastornos de sueño, anorexia.

Papeleras en Misiones


Las papeleras que funcionan en Misiones son:
Alto Paraná (Puerto Segundo, Misiones). Cuestionada por ambientalistas y vecinos por contaminación de agua, aire y destrucción de bosques nativos. La empresa afirma cumplir el estándar internacional. Tecnología: ECF (libre de cloro elemental).
Celulosa Puerto Piray (Piray, Misiones). Cuestionada por vecinos por falta de tratamiento de efluentes. Tecnología: utiliza cloro elemental.
Papel Misionero (Capioví, Misiones). Cuestionada por ambientalistas por falta de tratamiento de efluentes. Tecnología: TCF (libre de cloro).


Las papeleras contaminan los efluentes que van al Paraná con la producción de papel. Otro de los efectos de las fabricación de papel es el desmonte masivo, la muerte definitiva de una cantidad de especies autóctonas, y la transformación del paisaje y la biodiversidad se ve modificada plantando pinos. El monte hoy se encuentra en su mayoría en manos de empresas privadas. Entre el ocho y el diez por ciento de la provincia es propiedad de Arauco.